Ezequiel Calviño de Mediaedge:cia analiza algunos puntos muy interesantes sobre el modelo de compra de publicidad en la web.
Leyendo el reporte anual sobre el mercado publicitario en Internet que elabora PricewaterhouseCoopers para el Interactive Advertising Bureau (IAB) de Estados Unidos encontré algunos puntos muy interesantes sobre los cuales me gustaría hacer mención en la nota de hoy.
Leyendo el reporte anual sobre el mercado publicitario en Internet que elabora PricewaterhouseCoopers para el Interactive Advertising Bureau (IAB) de Estados Unidos encontré algunos puntos muy interesantes sobre los cuales me gustaría hacer mención en la nota de hoy.
Veo en el mercado publicitario online de Estados Unidos algunas particularidades que se replican, en cierta medida y con algún desfasaje temporal, en Argentina y es por eso que me gusta tomarlo como benchmark ya que me permite identificar algunas tendencias que probablemente se verifiquen localmente en el futuro.
Share del mercado publicitario norteamericano
Share del mercado publicitario norteamericano
Como primer dato relevante podemos decir que la participación de la pauta publicitaria en Internet (que alcanzó durante el año 2008 los US$ 23.400.000.000), respecto del mercado total, fue del 12,5%. Durante el año pasado la pauta online superó ligeramente los US$ 70 millones en el mercado local, volumen que significó un 3% de share sobre la inversión total en comunicación en el país. En Estados Unidos este share se logró en el año 2003 con lo cual, en el caso de existir algún posible paralelismo entre ese mercado y el nuestro, podríamos aventurar que en cinco años el share del mercado publicitario online en Argentina alcanzaría al 12%.
En los Estados Unidos los sectores que más invierten en publicidad digital son el de “consumo masivo” y el de “servicios financieros”. En conjunto explican el 35% de la inversión total durante el año 2008, 5% por debajo del share que alcanzaron durante el 2007. Esto evidencia el impacto que la crisis ha tenido sobre ambos rubros.
Del volumen total de inversión que concentró Internet en USA durante el 2008, 45%, es decir poco más de US$ 10,5 billones, fue a Search Marketing (publicidad en buscadores), 21% fue publicidad en banners tradicionales y 14% fue a rubros de clasificados (propiedades, autos, empleos y subastas). El 20% restante se distribuyo entre rich media, generación de prospectos, digital video, e-mail marketing y sponsorships.
El share superior al 40% que ostenta el Search Engine Marketing (SEM) es algo que se viene verificando año tras año desde el 2004. Desde ese período y hasta el 2007 el mercado de la publicidad online creció a tasas superiores al 30%. En el 2007 la tasa de aumento disminuyó a 25,6% y en el último año, el efecto de la crisis mundial llevó a que la expansión del mercado fuera ligeramente superior al 10%.
Modelo de compra de publicidad en Internet
Ahora que tenemos una clara visión de cómo se ha ido comportando el mercado de publicidad en Internet de los Estados Unidos y de cuáles son sus características, me gustaría hacer foco en el punto que es para mí el más relevante del informe elaborado por PricewaterhouseCoopers: el modelo de compra de publicidad online y cómo éste viene evolucionando desde el año 2004.
En primer lugar, cuando hablamos de modelo de compra de publicidad nos referimos a si la misma es comprada bajo una modalidad de Costo Por Mil o CPM, que implica que se pague una tarifa determinada por cada mil veces que se muestra la publicidad, o una de Costo por Click o CPC, en dónde pagamos por cada vez que se hace click sobre un banner. El informe muestra una creciente tendencia a la compra a performance (CPC) en detrimento de la compra en base a cantidad de impactos, que fue la dominante hasta el año 2006. El siguiente cuadro grafica la evolución de las distintas modalidades.
En mi opinión, y esto totalmente discutible, se pueden ver varias cosas que paso a enumerar:
Mayor sofisticación de parte de los anunciantes: la modalidad de compra a performance habla de un anunciante más orientado a medir los resultados de las campañas (el ROI de las mismas) y a utilizar la web como un canal a través del cual iniciar la interacción con los usuarios.
Estrategia de landing page: sitios web de las empresas orientados a convertir las visitas generadas en usuarios registrados de forma tal de permitir a las marcas tener un mayor nivel de conocimiento de sus clientes.
Inventarios publicitarios que crecen más rápidamente que los presupuestos publicitarios: los sitios tienen más espacio para comercializar (generan más impresiones que antes) y están dispuestos a monetizar esas posiciones aunque sea a valores menores.
Google extendió su campo de acción a los banners: el comienzo de Google fue con los avisos de texto asociados a los resultados de búsqueda, luego creo la Red de Contenidos en la cual se mostraban dichos avisos pero asociados al contenido de un sitio y no a un resultado de búsqueda y finalmente, dio la posibilidad de mostrar en esos espacios también banners. Siempre, pautando a CPC.
La pauta a CPC asegura que sólo se paga por aquellos contactos que se manifiestan interesados en un mensaje: el éxito de una pauta a CPM reside en hacer una buena segmentación de la campaña para asegurar que el mensaje será visto por la audiencia objetivo. En el caso de las campañas a CPC, no es necesario realizar una segmentación previa dado que la modalidad misma de contratación asegura que se pagará solo por los clicks que se generen y ahí es donde se produce la segmentación.
En la gran mayoría de los casos, las campañas realizadas a CPC generan una mayor cantidad de impresiones que aquellas contratadas a CPM, y, como veíamos en el párrafo anterior, anulan el riesgo de una deficiente planificación. Por otro lado, cuando se pauta a CPM el share of voice de una campaña tiende a ser excesivamente pequeño. Y es la combinación de estos factores lo que explica, a mi entender, la creciente tendencia que muestra el gráfico respecto de la contratación de medios online a performance.
Puesto en otros términos, la compra a performance permite asegurar un cierto nivel de tráfico a un sitio al tiempo que elimina el riesgo de una errada segmentación y compromete una mayor exposición para una campaña. Todo esto redunda en un mejor share of voice: no hay que perder de vista que el hecho de que un usuario no haga click sobre un banner no implica que no lo haya visto.
En base a esto, mi visión es que la modalidad de compra a performance va a seguir ganando participación en el mercado norteamericano y que, siguiendo la línea del paralelismo entre aquel mercado y el nuestro, lo mismo va a suceder acá. La duda que sí me queda, por el momento, es hasta dónde crecerá este estilo de compra en detrimento del modelo a CPM.
Fuente:Por Ezequiel Calviño, MEC Interaction Director
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