miércoles, 24 de noviembre de 2010

La RSE está en un punto endeble" Antonio Vives, especialista en el tema, da una mirada crítica al área.




(VisiónSustentable)
Antonio Vives es una de las voces más autorizadas para hablar del tema de Responsabilidad Social Corporativa. Autor de numerosos artículos y libros, este profesor Consultor de la universidad de Stanford, miembro del Consejo Asesor de Sostenibilidad de CEMEX, del directorio de IBLF Américas y ex-gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo BID, tiene una mirada crítica sobre la RS de la empresa en Iberoamérica.
Días atrás visitó el país invitado para la presentación del Tercer Reporte de RSE de Telecom Argentina para hablar sobre los desafíos de la RSE en un mundo escéptico. Entrevistado por Visión Sustentable, Vives fue categórico al afirmar que "la RSE está en un punto endeble" y que es "la ignorancia la que impide incluir a los pobres en la actividad económica". Asimismo, asegura que es extremadamente complejo generar procesos de innovación que no queden suscriptos a un departamento al mismo tiempo que asegura que con la ISO 26000 "surgirá un nuevo grupo de interés que buscará promover certificaciones".




Antonio Vives, profesor Consultor de la universidad de Stanford, miembro del Consejo Asesor de Sostenibilidad de CEMEX, del directorio de IBLF Américas y ex-gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo BID
Antonio Vives, profesor Consultor de la universidad de Stanford, miembro del Consejo Asesor de Sostenibilidad de CEMEX, del directorio de IBLF Américas y ex-gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo BID
- ¿En qué momento nos encontramos en lo que se refiere a Responsabilidad Social Empresaria? ¿Coincide con aquellos que aseguran que la RSE ha fallado?
- La RSE está ante un punto de inflexión. No creo que haya fracasado en general, porque quedó claro que la crisis fue producto de un número de personas del sector financiero que estuvieron mal supervisadas, mal administradas. No fue algo deliberado, sino que se trató de compañías que no contaban con sistemas de control interno. A su vez, esta mala experiencia puede convertirse en una extraordinaria oportunidad para que todos trabajemos para mejorar las cosas. Lo primero generar controles internos que fehacientemente determinen si el Código de Ética o el de Conducta se cumplen al mismo tiempo que se implementen incentivos correctos alineados con la RSE… Sin embargo, por otro lado no creo que el terreno este fértil para recoger esta semilla…
- ¿Los conceptos no están arraigados…
- El tema de la RSE está en un punto endeble y no estoy seguro que el terreno este fértil para aprovechar esta semilla que nos da esta crisis para resolver una cantidad de problemas que aún están vigentes. Es como sucedió con los mineros chilenos. Tuvo que existir este accidente para que se revea toda la actividad, se verifique, se controle y se generen nuevas normativas en aquello países que aún no las tienen.
- Ahora, ¿por qué no está fértil cuando es un tema del que se viene hablando desde hace más de 20 años?
- Primero por la gran cantidad de actores. Tenemos a la mayoría de los Gobiernos totalmente desentendidos, salvo contadas excepciones y en áreas específicas como la laboral, medio ambiente, pero a nivel genérico no hay preocupación. El caso de España, el Gobierno muestra mucho lo que hace, pero en Latinoamérica el tema está afuera; los consumidores ni que hablar; los medios de comunicación, a los cuales yo les sigo pegando porque son los responsables, son los imparciales y los que deberían impulsar esto, porque no están ni a favor ni en contra, al igual que las universidades.
- Usted asegura que las universidades deben aliarse a las empresas para diseñar programas y políticas que ayuden a reducir la pobreza.
- Sí. Es la ignorancia la que nos impide incluir a los pobres en la actividad económica. Con lo cual es fundamental, entonces, que las universidades con sus recursos intelectuales se esfuercen en el estudio y la propuesta de soluciones para el problema de la pobreza, puesto que ningún gerente de empresa se va a proponer gastar una hora en ponerse a pensar cómo reducir la pobreza, porque no es su responsabilidad reducirla. Sin embargo, no debe ser indiferente.
- Incluso, usted habla de un cambio de enfoque…
- Así es, porque se enseña sobre la maximización de beneficios a cualquier costo, como manipular la percepción del individuo para que compre el producto, en vez de educarlo sobre las características del mismo, con lo cual debemos ir hacia una educación más consciente con la sociedad.
- ¿Cómo se logra procesos de innovación que no estén suscriptos a un departamento, sino por el contrario, que atraviesen a toda la organización?
- Es extraordinariamente complejo. Y esto es así porque la innovación no se enseña, te sale. Por supuesto que hay que generar condiciones para que surja y sobre todo hay que estar despierto. Pero por ejemplo, el Silycon Valley, que tenes a Google, Apple, HP, Microsoft junto a universidades que refuerzan la visión que tienen como Stanford, Berkeley. Estas compañías claramente tienen una política que promueve la innovación, alienta a sus colaboradores a que generen cosas nuevas todo el tiempo más allá de los resultados finales. Acá en Latinoamérica buscamos resultados y castigamos el fracaso.
- ¿Considera que faltan herramientas de management para abordar el tema de la RSE?
- No, creo que lo que falta es que hagan, por eso para mí se trata de management one of one….Ahora, en cuanto a la medición o cuantificación de beneficios  estamos un poco atrasados, tal como lo estábamos en la medición de costos hace 50 años. Pero no más allá de eso.
- Pero este punto no es un gran enemigo…
- Sí por supuesto, porque cuando tu planteas esto a los exceptivos  tenes que “venderle”, lamentablemente, el caso con dólares y centavos. Y ahí si estamos atrasados. Por eso el tema de medición de impacto, cuantificación de beneficios, es el que mayor interés tiene en este momento.
Por otro lado, nos encontramos que las propias ONG lo están impulsando, porque están sufriendo la reacción de las empresas, algo totalmente lógico. Yo como empresa, antes de darte un céntimo, necesito que me muestres qué has logrado. Y ya no se trata de cuántos estudiantes fueron a la escuela, no, sino que hay que poder mostrar qué aprendieron y lo más importante, cómo se modificó su realidad a partir de eso.
- ¿Qué opinión le merece la ISO 26000?
- A ver… la ISO 26.000 es muy buena porque es una guía, como lo es el GRI. Ahora, tengo dos grandes preocupaciones. Primero, de que los departamentos de Responsabilidad Corporativa vean la guía y se emocionen, “Esto es lo último. Tenemos que hacerlo todo”, y resulta que al querer hacer todo los gerentes te mandan al demonio. Y esto es así porque no sabemos priorizar lo que hay que hacer, no sabemos decir que no. Con lo cual, el camino es agarrar la ISO, analizar mi empresa, priorizar y tomar aquello que realmente me sirva. EL problema es que el tema es tan incipiente que van a querer hacerlo todo y al hacerlo todo mataran a la gallina de los huevos de oro.
La otra preocupación es que las empresas de normalización locales van a sacar normas certificables, porque si bien la ISO no lo es, no impide que los organismos nacionales lo establezcan. Entonces, las compañías van a correr una carrera para ser el primero en certificar, teniendo como único objetivo completar el cuestionario y haciendo lo mínimo para cumplir. Se vuelve un ticking boxes, y no un programa de acción.
- ¿Cómo se logra que las empresas comprendan que lo importante es trabajar sólo en los puntos que realmente interesan para su organización?
- La batalla es desigual. Porque por un lado están los que quieren hacer todo esto, consultores, y son un grupo muy grande y, por el otro, están las empresas que tienen que defenderse pero que en definitiva son vulnerables porque tienen que cumplir con exigencias.
- Pero en realidad estamos hablando de un mercado ficticio…
- Exactamente, y acá surge un nuevo grupo de interés que lo que busca es promover certificaciones y hacer trabajos de consultoría sobre este tema.

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