lunes, 5 de mayo de 2008

Los Nuevos Desafíos de Ser el Jefe



Llegar a ser gerente por primera vez puede ser excitante, aunque también puede ser una transición intimidante. Sepa cómo evitar algunos de los errores más comunes que comete un jefe nuevo.

La promoción a un puesto gerencial es motivo de celebración. Pero mientras convertirse en jefe por primera vez implica cantidades de excitación y de posibilidades, también puede traer ciertos inconvenientes no previstos, dicen los especialistas en coaching y psicología del management.

Sus primeros noventa días

Aprenda en lugar de exigir. Evite comenzar blandiendo un arma. A menudo, los nuevos gerentes intentan hacer demasiado y muy rápido durante sus primeras semanas y meses de trabajo. “Piense en los primeros noventa días como en una oportunidad para escuchar y aprender”, dice Karissa Thacker, presidente de la consultora Strategic Performance Solutions, con sede en Nueva York. “Aprenda quiénes son sus subordinados, qué los mueve, qué los motiva”.

Encuentre un punto intermedio. Haga lo que sea para evitar los dos extremos más comunes. Los errores del "nuevo" van desde el abuso de autoridad -siendo demasiado agresivo y puntilloso con sus subordinados- hasta la total falta de ella -tratando de ser amigo de todos, incluso con aquellos que necesitan que se les impongan límites. "Intente determinar su estilo de liderazgo y condúzcalo hasta un punto intermedio", dice Marty Nemko, autor de "Cool Careers for Dummies".

Contrate a los mejores. Si usted contrata a las personas correctas, la empresa puede funcionar sola la mayor parte del tiempo, permitiéndole sentarse a observar. "Cuando se tienen dudas, evite establecer reglas. Contrate a los mejores y déjelos hacer lo suyo a menos que surja un problema", dice Nemko. "Pero hágales saber que usted está ahí si apareciera algún inconveniente".

Asuma una actitud activa. Evite las evaluaciones formales tanto como le sea posible e involúcrese en las actividades del día a día de la oficina. "Gerencie caminando", dice Nemko. En otras palabras, abra la puerta de su oficina y deje su silla.

Y cuando llegue el momento de las evaluaciones, manténgase positivo siempre que le sea posible, en especial al comienzo."Si algo no funciona con un mal empleado, no insista". Concentrarse demasiado en un empleado problemático podría perjudicarlo; la situación podría consumir demasiado de su tiempo con facilidad y hacerle perder el foco de las tareas que tiene frente a usted.

Use sus habilidades para el networking. "Construya una red con sus pares", dice la Dra. Thacker. No olvide incluir a la alta gerencia y a sus subordinados en su red. "Pida consejos a las personas que han estado por años en ese rol", dice. Es una oportunidad para conocer gente, para escuchar y aprender de quienes tiene a su alrededor. Aproveche al máximo esta especie de "luna de miel" mientras pueda -y antes de que las expectativas de resultados financieros tomen por completo el control.

Fuente: The Wall Street Journal

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