sábado, 3 de noviembre de 2007

El sueño del Silicon Valley argentino


Córdoba y la economía de la Tercera Ola

El desarrollo en torno al complejo automotor mostró su punto débil con la devaluación de Brasil. La búsqueda de una alternativa tiene su utopía: la Docta convertida en un Silicon Valley nacional. Con universidades que lanzan cientos de ingenieros al mercado, menores costos salariales y los beneficios de una ciudad desarrollada, la meta se vuelve asequible. La agresiva competencia internacional para atraer inversores y la anticuada estructura impositiva argentina constituyen un obstáculo. Pero la actitud proactiva de la administración De la Sota, prometiendo "mejorar cualquier oferta", encienden una luz de esperanza. La prueba de que el sueño es posible es el incipiente desarrollo tecnológico generado por una veintena de emprendedores. Algunos de ellos, luego de triunfar nacional o internacionalmente, barajan nuevos proyectos de expansión. Apostando a un efecto contagio o una función multiplicadora, gobierno y empresarios locales coinciden en que sería clave la llegada de un nombre internacional, como el de Microsoft o el de Motorola, a un paso de tomar la decisión.

Por Fernando Arocena, Juan Pablo Dalmasso

Cuando Carlos Menem y Germán Kammerath se reunieron con Bill Gates, mostraron una carta con punch: estaban convocando a Microsoft, la mayor empresa de software del mundo, para radicarse en la Argentina y desarrollar desde aquí productos en castellano para todos los hispano-parlantes.

Reunirse con el hombre más rico del planeta podía ser una jugada publicitaria. Pero la potencialidad que tiene el país para ingresar de lleno en la economía de la Tercera Ola, donde la materia prima es el conocimiento, descubren un juego más completo.

El mismísimo Alvin Toffler(1) lo había insinuado en abril: "la Argentina tiene una población educada, que no está usando tecnológicamente. Muchos países están tratando de crear sus propios Silicon Valleys (...) y por cierto que ustedes tienen una oportunidad mejor que Vietnam, que ya está encaminada en la materia".

Algunos meses después, con José Manuel De la Sota y Germán Kammerath reinando en Córdoba, la sede universitaria de mayor tradición en el país pasa a ocupar el centro de la escena.

Motorola descartó a San Pablo para el desarrollo de software y avanzó otro paso hacia la posibilidad de instalarse en Córdoba, como la multinacional que ponga la piedra basal del polo informático mediterráneo.

México y esta ciudad fueron confirmadas por el israelí Janan Ashsaf, uno de los vicepresidentes más importantes de la corporación, en la visita que realizó en agosto al Centro Tecnológico Comunitario de la Villa Angelelli: "ninguna otra provincia está compitiendo con Córdoba, aunque la decisión final llevará un par de meses hasta ver cómo evoluciona la situación económica".

Oferta de cerebros

Otrora obsesionado por la evolución del complejo automotor, el ministro de la Producción, Juan Schiaretti, ahora también apuesta a la consolidación de un polo tecnológico. Recibió al vicepresidente de Motorola, Janan Ashsaf, con un listado que contenía los 2.100 nombres de profesionales de ciencias informáticas egresados de las universidades locales.

Además de especialistas en sistemas, Córdoba cuenta con cientos de ingenieros en otras ramas, algunas altamente valoradas. El título superior en Telecomunicaciones que ofrece la Universidad Blas Pascal, por ejemplo, recibió una demanda de 1.000 profesionales cuando comenzó la privatización de los teléfonos en Brasil. En la Argentina había sólo dos universidades con esa carrera (aquí y en La Plata) y en Córdoba sólo habían egresado 120 estudiantes.

El sueño es real

Aún cuando la informática dista de ser un sector importante para el actual PBI provincial, existen varios emprendimientos que certifican las aptitudes de la plaza. Una rápida recorrida permite reconocer al menos unas 20 empresas que desarrollan tecnología desde Córdoba, algunas de ellas con capacidad competitiva nacional e internacional.

Un buen ejemplo es Invel, una Pyme creada por un grupo de ingenieros de Córdoba que provee el software que hace funcionar los scaners y las cajas registradoras de Carrefour y Groupe Casino en toda Sudamérica y factura $ 4 millones al año.

Otro caso destacado de innovación que ha transcendido las fronteras locales es Discar, la empresa que prácticamente inventó los Telecentros y Locutorios por los que hoy se pelean Telecom y Telefónica, ya que ideó el sistema de facturación y luego produjo el hardware y el software que estos centros utilizan.

"Todo lo que se ha hecho en Córdoba ha sido por iniciativa privada, sin ningún tipo de apoyo gubernamental", resalta Marcelo Cid, de Siscard, una Pyme que factura $ 14 millones con el desarrollo de tarjetas inteligentes.

Como ellos, también han prosperado empresas de hardware (Lumicorp y otras siete fábricas de clones), aplicaciones informáticas (Pentacom), electrónica (CEC, Orbis) y telecomunicaciones (Galander).

Además de resultados, algunas tienen grandes proyectos entre manos: Galander quiere armar celulares en su planta de Pajas Blancas; Orbis, fabricar módulos de memoria para computadoras y la gigante aeronáutica estadounidense, Lockheed, estudia la factibilidad de incorporar el desarrollo de software (ver sección "Empresas").

Cuando los autos fallan

El cambio de rumbo que ofrecen las ramas tecnológicas no sólo aparece atractivo sino también necesario. la Argentina apostó hace menos de una década algunas de sus mayores fichas a la capacidad multiplicadora del complejo automotor-metalmecánico.

Puede decirse que tuvo éxito en el marco de un régimen especial y un Mercosur venturoso. Entre el '90 y el '97 la inversión bruta de capital, según el Centro de Estudios para la Producción (CEP), fue de US$ 502 millones anuales para el sector. Y en 1998, se triplicaron manteniéndolo como el principal receptor de fondos.

El cambio de vientos en la región abrió un interrogante sobre el futuro de este camino. Brasil alteró el compás y "ganó competitividad" por la vía rápida de la devaluación del Real. Consecuencia: la producción de automotores argentinos cayó 40% y se congelaron las inversiones.

Desde el gobierno se evalúa que el problema va más allá de ajustes coyunturales. Las idas y vueltas de las terminales con cierta preferencia por Brasil, señalaría una falta de ventajas competitivas para desempeñarse en ese sector.

Córdoba, posicionada como la pequeña Detroit argentina, sufre inmediatamente los vaivenes del sector. Las voces de alarma no tardan en reclamar una revisión de la hoja de ruta.

"Uno de los objetivos debe ser diversificar la estructrura industrial de la provincia. Hay que buscar una economía menos dependiente del sector autopartista", reclama Raúl Hermida, director del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio.

Pero tampoco se trata de tirar el chico con el agua de la bañera. "Se debe reforzar la estructura automotriz con otras que tengan sinergia tanto en la capacitación de la mano de obra, la combinación de productos o la obtención de mercados. En ese sentido veo a la informática como un área muy potable", agrega Hermida.

Cordobesas, tecnológicas y exitosas

  • Discar: es el caso típico de desarrollo de nichos tecnológicos que no son explotados por los grandes players globales. Su gran acierto comercial fue el desarrollo del soft para locutorios, que aplicaron Telecom y Telefónica. Su facturación es de $ 10 millones.

  • Lumicorp: se dedica al desarrollo, ensamblaje y reingeniería de clones. En lo suyo es la más grande de Córdoba: produce 4.000 PC como promedio mensual. Hasta el momento se presentó con la etiqueta de Eurostar, pero tiene en trámite tres nuevas marcas que serían publicadas en octubre.

  • Orbis Tecnologies: se fundó en Estados Unidos, donde hoy tiene sus principales oficinas comerciales. Su actividad es la producción y desarrollos a façon de componentes electrónicos. Tiene una planta manufacturera en México y otra en barrio los Boulevares. Hacia la planta cordobesa deriva los productos que requieren un mayor desarrollo tecnológico. Su facturación ronda los $ 7,5 millones.

  • Invel: se dedica al desarrollo de software. Se especializa en sistemas de bases de datos aplicados al supermecadismo. Con estos productos conquistó 42% del mercado nacional, 23% del chileno y partes menores de otros países latinoamericanos, a los que llegó de la mano de Carrefour y Casino. Su facturación supera los $ 4 millones.

  • Siscard: se dedica al desarrollo de soluciones mediante el uso de tarjetas inteligentes, un segmento creciente en el ámbito mundial. Tiene 14 oficinas en el país. Factura $ 14 millones.

  • CEC Electrónica: fabrica equipamiento de alta tecnología en ultrasonido, láser y onda corta para aplicaciones medicinales. Desembarcó en Chile a fines de los '80. Su facturación roza los $ 1,5 millones.

  • Pentacom: es también una empresa de software dedicada a nichos específicos. Desarrolla sistemas de telecomando para medir la energía distribuida en red. Son sistemas de lenguaje profundos que operan en lo más básico de la computadora.

  • Galander: es un grupo de nueve empresas, que genera y distribuye tecnología de telecomunicaciones. Durante la era de Entel instaló el primer teléfono móvil de la Argentina en el auto de Angeloz. Hoy representa comercialmente a empresas como Motorola, Audivox y Qualcomm para todo el país. Diseñó un protocolo de trunking que vende en Europa. Factura $ 40 millones.

Teléfonos más computadoras

Precisamente el viraje calculado es hacia las tecnologías de telecomunicaciones e informática. La jugada es más que interesante: ambos sectores son los más dinámicos de la economía mundial.

Por otra parte, son negocios con muy alto valor agregado. Y no sólo si se trata de multinacionales con economías de escala. La pequeña empresa local Multisoft, dedicada a los programas de gestión, factura $ 250.000 y tiene utilidades por $ 175.000.

En un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de la provincia también debería indicarse que los grandes players tecnológicos mundiales comenzaron un proceso de traslado de sus áreas de desarrollo hacia terceros países. La Argentina y Córdoba podrían aprovechar la tendencia.

"Esas empresas están trasladando lo que es desarrollo, sobre todo en soft, para adaptarse a cada mercado. En lo que respecta a telecomunicaciones, por ejemplo, los nuevos productos ­como el PCS­ necesitan muchas horas de programación para sintonizar con los sistemas de cada país", analiza Raúl Hermida.

"Un polo tecnológico funcionará trayendo empresas de prestigio. Las grandes firmas generarán posibilidades para un montón de emprendedores locales demandando aplicaciones específicas ­sostiene Ramiro Valdés, gerente comercial de Orbis Tecnologies­. Lo importante es invitarlos antes de que lo haga otro", señala.

Respaldo oficial

No sólo las radicaciones automotrices exigen una fuerte pulseada entre países, provincias y/o ciudades; las empresas de telecomunicaciones e informática también piden un contundente proceso de cortejo y seducción.

Por otra parte, como dice Toffler, son muchos los países anotados para recibir este tipo de inversión. "Filipinas entrega gratis los edificios y la capacitación de la gente. India y el sudeste asiático tienen mano de obra casi regalada. Y todos son competidores nuestros para la fabricación de hardware", advierten en Orbis.

La necesidad de una política activa del Estado se hace evidente frente a la estatregia de los demás países. Y allí entran a jugar un papel fundamental las reformas impositivas no realizadas.

"Las exenciones fiscales son fundamentales. Si se suman los impuestos provinciales, los costos laborales por cargas sociales y capacitación, se forma un obstáculo de ingreso muy importante", observa Marcelo Cid, gerente comercial de Siscard. Los altos impuestos al trabajo que se cobran en el país impactan decisivamente en una industria mano de obra (o cerebro de obra) intensiva como la tecnológica.

"Hasta ahora todas las fábricas de celulares (Motorola, Qualcomm, Erikson, Nokia y Nec) se han instalado en Brasil, que además de exenciones impositivas y aporte de inmuebles, tiene un mercado gigante. Sin la acción del gobierno no hay razón para que una fábrica como la que nosotros queremos traer se instale aquí", se lamenta Carlos Galander, presidente de Galander.

Para Raúl Hermida los puntos a tener en cuenta son cuatro y se deben "considerar en conjunto": la existencia de instalaciones adecuadas; la perspectiva estratégica del potencial emplazamiento; los costos y la existencia de un pool de recursos humanos suficientes, cuanti y cualitativamente.

La decidida actitud con que arrancó la administración De la Sota (traducida en su eslogan "mejoramos cualquier oferta") despierta las esperanzas de los empresarios. La ayuda oficial y una fuerte presencia universitaria, alientan otra vez, el esquema del Silicon Valley.

De los misiles al disquete

En la realidad cordobesa el lugar ideal para las radicaciones sería Falda del Carmen. La idea de la gobernación es reciclar el complejo donde se desarrollaba el proyecto Cóndor II y que hoy es un lugar vacío, con altísimos costos fijos para el Estado.

El predio es nacional, pero la presidencia ya habría dado su visto bueno para la cesión del complejo.

Las opiniones sobre la calidad del emplazamiento proyectado son inmejorables. Las instalaciones muestran la inversión de calidad que se había hecho para el frustrado proyecto aeroespacial argentino.

"Las instalaciones son bunkers listos para ir y empezar a producir. Cumplen con todos los requisitos de seguridad y aislamiento. Cuando trajimos de visita a la gente de Price Point, quedó fascinada", se entusiasma Ramiro Valdés, refiriéndose al eventual desembarco de sus socios.

Price Point en realidad subcontrata a Orbis para la producción de productos electrónicos. Pero tras la visita de sus directivos a Córdoba comenzaron a estudiar seriamente una radicación directa para la fabricación de memoria de computadoras.

Falda del Carmen, además, es un polo aislado del centro urbano que permite "la concentración de especialistas y la posibilidad de que un proyecto madre se pueda expandir o atraer empresas vinculadas sin las dificultades y costos inmobiliarios de la ciudad", explica Alberto Alonso, director del Ceprocor, que está haciendo su experiencia en Santa María de Punilla.

Ingenieros se buscan

Los recursos humanos son la carta fundamental para la elaboración de un proyecto tecnológico. Y aunque nadie niega las cualidades de la Docta como centro universitario, no todos acuerdan con el nivel de preparación de sus egresados.

"Creo que Córdoba tiene los recursos necesarios para encarar cualquier proyecto. En nuestro caso facturamos 80% fuera de la provincia pero desarrollamos 80% aquí", comenta Marcelo Cid, de Siscard.

La cantidad de universidades localizadas en la provincia y en la ciudad en particular llama la atención de quienes están en la high tech.

Sin embargo, se dan casos de desencuentro entre la oferta y la demanda. "Hay muchos profesionales, pero preparados en tecnologías antiguas. Nosotros estamos utilizando software de última generación y es imposible encontrar gente que los maneje", se queja Guillermo Savanco, gerente comercial de Invel.

El mismo problema tiene Discar en telecomunicaciones: "no conseguimos especialistas en procesamiento digital, fibra óptica o modulación de alta frecuencia", ejemplifica uno de sus directores.

"Lo que pasa es que hay una gran cantidad de egresados con buena base, pero sin especialización ni experiencia laboral", reconoce Carmen Rodríguez, presidenta del Colegio de Ingenieros Especialistas de Córdoba.

El tema no es menor. "Capacitar un profesional local lleva dos años de entrenamiento. Es decir, $ 60.000 por persona. Si se tiene un plantel de 50 personas hay que pensar en $ 3 millones", aseguran en Discar.

El valle original

Silicon Valley, ubicado en la Bahía de San Francisco en los Estados Unidos, es el centro de producción, desarrollo y creación de tecnología e informática más importante del mundo.

Este parque tecnológico fue creado gracias a una gran proyección hecha por el gobierno, la industria y las universidades.

La interacción entre estas tres instituciones fue fundamental para el funcionamiento del parque. En un principio el apoyo gubernamental sentó las bases del desarrollo gracias a una política fiscal altamente beneficiosa, las universidades generaron el conocimiento y la industria aprovechó estas facilidades.

Hoy, muy cerca de la famosa prisión de Alcatraz, empresas como Hewlett Packard, Oracle, Cisco Systems, Apple Computer, NetScape, Sun Microsystems, Intel y muchas más, tienen sus oficinas centrales allí. Alrededor de 20% de las 100 empresas más grandes en tecnología electrónica y software tienen sus raíces allí.

La importancia de esta zona ha logrado que Microsoft haya decidido pasar al ataque con la construcción de un complejo de investigación de 45.000 metros cuadrados en el valle.

Actualmente, se instalan en la región alrededor de 10 empresas por día relacionadas a la tecnología.

Todo por dos pesos

Aún con todos sus bemoles, la mano de obra cordobesa sigue siendo competitiva respecto a muchas ciudades del mundo, en especial si se presta atención a sus costos.

"Un ingeniero bien posicionado en Estados Unidos puede tener ingresos de $ 150.000 anuales. En la Argentina no llega a la mitad", calcula Carmen Rodríguez.

Los salarios también implican una ventaja de Córdoba respecto a la Capital Federal. "Allá los ingresos están prácticamente internacionalizados y el costo de vida es más alto", apunta Ramiro Valdés.

Pero también hay voces en contrapunto. "Seguro que los profesionales son más baratos aquí que en el primer mundo, pero son más caros que en el sudeste asiático", afirman en Discar.

"La relación costo-calidad es muy buena. Además, la afinidad cultural con Estados Unidos y con Latinoamérica para el desarrollo de aplicaciones para el mundo hispano, por ejemplo, es una condición muy favorable", contesta Valdés desde Orbis.

(1) Entrevista publicada en Página 12 del 25/4/99.


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